Durante este aislamiento nos hemos esforzado por mantener todo el contacto virtual que las tecnologías disponibles nos permiten, aunque nada hasta ahora ha logrado reemplazar por completo la experiencia presencial humana; es por ello que decidí, como quien emprende un viaje para establecer nuevas rutas, recorrer con conciencia la comunidad en la que habito, intercambiar con mis coetáneos y hacer un registro de las paredes físicas que me separan de ese encuentro con el otro. Siendo el pueblo de Villa de Cura, en el estado Aragua, el lugar en donde hago estos recorridos exploratorios, me parece pertinente destacar que es el sitio geográfico que ubica y que nombra al meridiano que legalmente rige el huso horario de Venezuela: El Meridiano de Villa de Cura, situado en los 67°30’ de longitud oeste y que corresponde a la justa mitad del territorio venezolano.
En estas paredes delimitadoras del afuera y el adentro, encontré en la erosión una riqueza única que revela las distintas capas de pintura que a lo largo de los años las han coloreado y que nos hablan de momentos y personas específicas que escogieron los pigmentos allí revelados, como una suerte de catálogo de decisiones. En estas paredes que sirven tanto de refugio como de abismo somos viajeros del tiempo, lectores de las superficies, de los trozos frágiles del pasado, de los vínculos y vestigios que nos recuerdan quiénes fuimos y quiénes somos. Meridiano de la Villa es una instalación en pared compuesta por un dispositivo de madera que sostiene 12 telas pintadas por ambas caras con pinturas de caucho (pinturas de pared) donada por 24 personas de distintas partes de Villa de Cura —el pueblo que ubica el tiempo en Venezuela— y quienes también forman parte de esta historia.
Génesis Alayón
Maracay, Venezuela, 1995. Vive y trabaja entre Mérida, Villa de Cura y Caracas, Venezuela.
Génesis Alayón es estudiante del último semestre de Artes Visuales en La Universidad de Los Andes. Es una joven pintora que plasma escenas cotidianas, ahondando en las duras realidades que viven y padecen los venezolanos (falta de agua, aglomeración de personas en el transporte públicos, el transporte en perreras, la escasez de gasolina, el deterioro de la infraestructura urbana), atendiendo una realidad de la que poco se habla. Sus búsquedas e inquietudes giran en torno a tramas sociales principalmente a través del retrato, entre los que destacan temas como el desplazamiento, la ausencia y la pertenencia. Su trabajo refleja una dinámica social-actual donde lo humano está constantemente a prueba.
Desde el año 2014 ha participado en múltiples colectivas, XIGNUM Museo de Arte Moderno “Juan Astorga”, Mérida (2014), II Salón Nacional de Pintura en Pequeño Formato, Mérida, (2016), 14º Salón Nacional de Jóvenes Artistas, MACZUL (Maracaibo, 2018); Espacio Proyecto Libertad (Mérida, 2018); 22° Salón Nacional Jóvenes con FIA – Nómadas, UCAB, (2019); Exposición Colectiva 234+2 Luces, Espacio Proyecto Libertad, Mérida (2019); Por Los Caminos Verdes. Venezuela 250 años después de Humboldt, Goethe Institute, Hacienda La Trinidad, Caracas (2019); Los del Espacio, Espacio Proyecto Libertad, Mérida (2020); Narraciones Cotidianas. Embajada de Suiza + GBG Arts, (2020) y Notions of Exile, Washington Project for the Arts, Washington D.C (2021).
Ha sido galardonada con el segundo lugar por la obra Patrones de Recorrido en Nómadas: habitar un mundo que se transforma en la vigésimo segunda edición del Salón Jóvenes con FIA 2019, UCAB, (2019) y segundo premio Hacienda La Trinidad en la muestra Por Los Caminos Verdes. Venezuela a 250 años de Humboldt, Goethe Institute- Hacienda La Trinidad (2019).
MC