Beatriz Alicia García
25 de noviembre de 2016
Pocos autores venezolanos han reflejado, como lo hizo Aquiles Nazoa, el alma caraqueña y venezolana. Es quizá por ello, que al cumplirse 40 años de su desaparición física, sus versos siguen acompañándonos y no han perdido vigencia. Por el contrario, hoy más que nunca, en estos tiempos tan difíciles para el país, su aguda percepción de nuestra realidad, tiene plena actualidad. Esto es así, quizá entre otras razones, porque utilizó en sus textos el humor, esa forma de decir que siempre dice más de lo que dice y mira más allá de lo evidente. Por otra parte, sus fábulas y relatos en verso, con su lenguaje sencillo pero suspicaz, le hablan tanto a las personas más humildes como al más avezado intelectual. Tenía, y tiene, ese magnífico don.
Recientemente, Hacienda La Trinidad Parque Cultural, tuvo el privilegio de recibir en su casona colonial al Taller de los Juglares, integrado por Bartolomé Díaz y Andrés Barrios, dos de nuestros más talentosos músicos, quienes se han dedicado a estudiar y producir música para los niños de Venezuela y Latinoamérica con este proyecto. En los pasillos de nuestra casona presentaron el espectáculo “Cantando entrelíneas a Aquiles Nazoa”. El sábado 19 de noviembre pudimos escuchar una emotiva y personal semblanza sobre poeta caraqueño en la voz de Bartolomé Díaz, quien así mismo leyó algunos de sus textos, e invitó al público asistente a leer otros tantos textos inolvidables, a modo de preámbulo del concierto que se realizaría al día siguiente.
La mañana del domingo 20 de noviembre, ambos músicos nos deleitaron con una versión musicalizada de diversas fábulas en verso de Aquiles Nazoa, demostrando con su interpretación, que como ya está dicho, los versos del “ruiseñor de Catuche” resisten el paso del tiempo, sin haber envejecido, con la misma jovialidad y sabiduría. En la voz de Andrés Barrios, acompañada a la guitarra por Bartolomé Díaz, pudimos escuchar textos como “Conversación con un cochino”, “Fábula del rabipelado”, “Fábula con zorro y gallinita”, “Las lombricitas”, “Trina”, “Miguel y su báquiro”, “Fábula con loro”, “Fábula con cochina”, y así también Barrios recitó, a manera de estreno, el aleccionador, y poco conocido texto de Nazoa “Reláfica del negro y la policía”.
De manera inmediata, estos juglares modernos, atraparon al público asistente, que no dejó de sonreír y de brindarles su aplauso, a pesar de las crudas moralejas y reflexiones que los textos musicalizados nos dejaron. No nos queda más que felicitar al Taller de los Juglares por un extraordinario concierto.