José Carlos Martinat, ingeniero y artista plástico peruano, presenta Lo que sucede aquí, se queda aquí, una instalación que usa Internet como soporte en la galería Carmen Araujo Arte de la Hacienda La Trinidad.
“El gobierno chavista está en crisis, pero no está caído”. “No es difícil predecir lo que viene”. “La gestión, obviamente, cayó en el vacío”.
Todos pueden parecer mensajes políticos, pero en realidad forman parte de una obra de arte. El ingeniero en computación y artista plástico peruano José Carlos Martinat exhibe Lo que sucede aquí, se queda aquí, una instalación en la que hace uso de un algoritmo para recoger mensajes de Internet y crear un mecanismo de producción de significados que brinda respuestas a los venezolanos.
“¿Por qué el pueblo venezolano quiere un cambio de gobierno?”. “¿Existen Derechos Humanos en Venezuela?”. “¿Por qué Maduro y el chavismo continúan en el gobierno?” son algunas de las preguntas cuyos términos han sido configurados por un sistema que selecciona aleatoriamente mensajes que aparezcan en redes sociales o en medios de comunicación, y los imprime a través de cinco impresoras, que cada seis minutos lanzan mensajes al mismo tiempo sobre el suelo de la galería Carmen Araujo Arte.
“Más que una instalación, esto es un objeto semiótico. Aquí hay una producción de significados continuamente. El objeto visual, la obra como tal, no está. Cada espectador va armando sus propias relaciones y completa el mecanismo que creó el artista. El verdadero autor de la pieza termina siendo el programa y después que nosotros tomamos los papeles construimos la pieza final”, explica Sandra Pinardi, curadora de la exposición Onomatopeyas visuales en tiempos difíciles a la que se agregó la instalación de Martinat.
Es imposible leer todas las respuestas que, como en la realidad, se solapan y pierden vigencia noticiosa vertiginosamente. Sobre el suelo de la galería yacen más de mil papeles con mensajes que van desde una frase a textos de hasta cinco párrafos.
Lo que sucede aquí, se queda aquí se exhibió por última vez en la Sala de Arte Público Siqueiros en México, mientras el país atravesaba una crisis política. Martinat vino a Venezuela a hacer una investigación sobre los stencils y grafitis en las paredes de Caracas y decidió que este era el momento propicio para armar la instalación en el país.
Inmerso en las comunicaciones inmediatas, Martinat parte desde el arte y termina por crear un espacio reflejo de la realidad que ayuda a explicar al venezolano. “Es importante ver cómo cada mensaje pierde sentido a medida que llega otro. Aquí sucede en un tiempo específico, pero en la realidad eso pasa más rápido. Vivimos sobrecargados, las noticias duran segundos”, explica Pinardi sobre la instalación, pero agrega: “Estamos dando voz a diferentes preocupaciones que la gente tiene con la política y de alguna forma brindamos un significado subjetivo especial a todo lo que está rodando en Internet. Es una crítica a la sociedad de la información”.
Fuente: http://www.el-nacional.com
