Con el proyecto expositivo Por los caminos verdes. Venezuela a 250 años de Humboldt, organizado por el Goethe Institut Caracas y Hacienda la Trinidad Parque Cultural, en 2019, veinte artistas participantes realizaron literalmente un viaje “por los caminos verdes”, las obras presentadas estaban relacionadas con las peculiaridades de los testimonios e influencias de Alexander von Humboldt, los pintores viajeros y los exploradores que visitaron a Venezuela en el siglo diecinueve. Para esa ocasión, las bases del proyecto establecían una exposición colectiva de los artistas ganadores. Pero, la pandemia global prorrogó la muestra y trajo replantearnos sobre todo: el vivir con mayor empatía y curiosidad por los otros, la responsabilidad de seguir observándonos a nosotros mismos en este país: Venezuela.
Celebrando 200 años de su viaje, contemplamos aquella otra visión a través del viajero alemán Ferdinand Bellermann por Venezuela entre 1842 a 1845, en sus Diarios, dibujos y pinturas, realizados a lo largo de su recorrido por nuestras tierras, según el mismo dijera, jamás podrían ser suficientes para dar cuenta de la belleza paisajística ante la cual se encontraba, y por ello prefería la imagen de aquella naturaleza, gente y sus costumbres. Hoy con otros trazos de nuestro país-paisaje, a veces ya lejano pero que, a pesar del paso del tiempo, todavía podemos disfrutar, reencontrar y criticar.
Las propuestas artísticas reunidas en la exposición: La otra mirada. El país través del viaje y el relato, los jóvenescreadores: Manuel Eduardo González, Carlos Luis Sánchez, Génesis Alayón, Dianora Pérez-Montilla y Jesús Briceño, galardonados en la exposición Por los caminos verdes, se cimienta hoy en esa “insistencia del otro”, del artista, en mirar al país. Estos jóvenes artistas a pesar de tener, cada propuesta en sí mismas, una autonomía debido a la cual pueden ser interpretadas en forma separada, están, sin embargo, unidas por una trama invisible a simple vista, en las que exploran temas presentes en la sociedad actual. En esta ocasión, también, con la museografía de Alberto Asprino, la mirada al país a través del viaje, se convierte en una metáfora relacional, desde la cual se produce un anclaje, un entrecruzamiento de realidades, de imaginarios y símbolos para crear proximidades entre diversas lejanías y cercanías, para acercarnos al viaje y al relato.